domingo, 5 de junio de 2016

Pléyades y Triangulación

NOTA: He aquí el Monte Topek o Sión, Pirámide, Santa Tétrada, Triada o Santísima Trinidad en la triangulación de Pléyades con Sirius y la Osa Mayor.
La Astronomía, para quienes somos profanos en la materia; nos cuesta comprender y entender, la importancia de las constelaciones y su lucha galáctica.
Dentro de la galaxia de la vía láctea, las Pléyades son un Sistema de Soles; ubicadas cerca de la constelación de Tauro, giran alrededor de Alción o estrella más grande. Y nuestro sol, como otros soles o estrellas; forma también parte de este sistema con sus propias órbitas planetarias, se encuentra a 380 años luz de nosotros y abarca una región del espacio de unos 70 años luz de diámetro.
A nuestro sol, que forma parte de este sistema de las pléyades; le toma 25.920 años completar una órbita hasta llegar a Alción, nuestro sol es la 8ª estrella de la espiral, siendo la 1ª Alción y girando la galaxia sobre su propio eje o centro psicogeométrico-gnosismatemático  (triada o trinidad única agujero negro-gusano-blanco o nº0).
Cada final de ciclo, nos encontramos a Sirio (Isis), Agujero Negro o Porta del Espejo, que da paso a Pléyades (Horus), Agujero de Gusano o Espiral Dimensional a un nivel cósmico; encontrándonos con Orión (Osiris), Agujero Blanco o Portal del Reflejo con un nuevo ciclo universal o dimensión a recorrer (en este caso la cuarta o duración). Estos agujeros, estrellas o soles; son los que a nuestro humilde entender, se han confundido con planetas como Hercolobus de Hercilio o Nibiru sumerio indicando el fin de los “Tiempos” (No Tiempo-tránsito-No Espacio) refiriéndose a la era piscis y nueva de acuario (urano). Y junto con el tránsito, desde lo Cósmico, Macro o Edénico; de nuevo a lo Cuántico, Micro o Adánico implicado.
En este artículo, no detallaremos los aspectos de las triadas de Agujeros en su parte práctica; que queda pendiente para un posterior artículo, sino en el paso dado por la Espiral de Ascensión Dimensional de Pléyades a las constelaciones implicadas en el inicio de un nuevo ciclo universal. Si bien su parte práctica, aparece en el vídeo al final del artículo; cualquiera puede buscar información teórica al respecto, en internet donde abundan “conjeturas e hipótesis”. De momento, nos basta saber; que dichos Agujeros, corresponden al Tiempo Radial (Sión 1D, Cronos 2D, Días de la Creación 3D o Flor de la Vida 4D) o los ciclos universales (apócrifos, sellados, mayas, chinos, etc). Siendo el Negro Finito, el de Gusano Infinito y el Blanco Eterno; completando la iniciación universal, comenzando un nuevo ciclo. 
Es el Arca del Alma o Calendario Dimensiona Universall, desarrollado en los 3 planos de cada dimensión y almacenado en las 4 direcciones del espacio y tiempo y construido desde tiempos remotos; siendo la base del conocimiento único, que ocasiona las diferentes teorías especulativas o separadas derivadas del mismo y no unificadas. Las diferentes realidades, son como flores de mil hojas; solo los modelos multidimensionales, pueden describir algo real como los patrones en la unidad de la obscuridad astral y luminosidad áurica guardando el equilibrio universal. Y por ahí, comienza la iniciación universal; por la cromática de la Psicogeometría, pues se busca un conocimiento detallado de la Luz Primigenia o Velocidad de Curvatura en sus Frecuencias de Vibración y luego por la armónica.
La Galaxia de la Vía Láctea es un sistema de 12 dimensiones básicas de inteligencia cósmica simbolizadas por las 12 constelaciones de la bóveda eclíptica y su precesión de equinoccios, que se expanden hasta el infinito del Espacio Fractal (88 constelaciones conocidas actualmente); dentro de las eternas Frecuencias del Tiempo Radial (Sión 1D, Cronos 2D, Días de la Creación 3D o Flor de la Vida 4D) escrito en el lenguaje universal (psicogeometría cromática-armónica y gnosismatemática alfanumérica-simbólica) del Diezmo de Abraham, Hieros Logos, Donus Dei o Denario Sagrado y Mensaje Secreto recibido en iniciación muda al Despertar la Consciencia del Sueño de Adán. No obstante, se debe completar la iniciación universal; propuesta en su propio lenguaje; para poder Recordar lo Olvidado al Nacer, sobre el Elemental Adánico-Edénico (micro-macro o cuántico-cósmico) y Descanso del Centro. El intelecto, nos puede servir para conceptualizar sus diversos aspectos; pero se debe trascender la razón, pues solo a través de la inteligencia y el corazón se accede a la mente lúcida (iluminada) Verdad que hace Libre e Inmortal.
A lo largo de las historias mitológicas, en que se daban culto al Sol, Fuego o Rayo; aparecen Gigantes (ver Orión) una raza de Hijos del Sol, que enseñan a la humanidad artes y proezas en la construcción y desaparecieron en cada una de ellas. Teniendo en cuenta, el término Gigante; quizá no se refiera a la estatura, sino al tamaño e inteligencia. Como Hijos del Sol, deberse a ser Rubios Nórdicos;  o más bien  dirección o conocimiento solar y cósmico, como a Seres Luminosos.
Las Pléyades conocidas como las 7 hermanas, esencia del mito relacionado con ellas o hijas de Astérope y Atlántida; que se llamaban Atlas, Celeno o Coele, Taygeta, Electra, Maya, Merope y Alción. En su personificación base del mito, se creía, se habían casado con dioses; convirtiéndose en madres de héroes famosos, fundadores de muchas naciones y ciudades. Las Pléyades son la representación simbólica de la forma natural, procreadora, femenina y magnética de la madre del universo o No Tiempo (Jerusalén), en su triangulación con la Energía de Sirio (Jordán) y con el Espacio de la Osa Mayor o Tierra (Judá). Dando a entender, es la parte superior e invisible; duplicada en lo visible del No Espacio (Israel), Materia (Egipto) y Tiempo Radial (Belén) o Sión 1D, Cronos 2D, Días de la Creación 3D o Flor de la Vida 4D y siendo ambos de la misma naturaleza y polarizados mentalmente (ver Palacios de Sión),

La Trayectoria de Sirius, es un perfecto centro psicogeométrico y gnosismatemático en la Bóveda Eclíptica; la Eterna Isis en su obscuridad astral, es la finalizadora de los ciclos universales.  Precursados por Orión u Osiris, su esposo y marido; la protege de los ciclos universales, iniciados con Tauro, Seth, Cai´n o Rigel. Quien capturó a las Pleyades, Horus, Abel o Betelguse, para poder llevarlo a cabo; la batalla se alarga en el Tiempo y Espacio (éxodo), a través de los gigantes hijos de Sirius, Tau  o Isis y Orión, Omega u Osiris, Horus, Abel o Betelguse y Rigel, Caín o Seth como Alfa y Beta.
Así, comienza el doble recorrido numérico; por el alfabeto griego, que se acostumbraba en la época.
Como vimos en anterior artículo sobre Orión, en la mitología griega, se asociaba a un relato romático; según relatan se dice, que Orión el “Morador de la Montaña” era un apuesto y gigante cazador, experto y amante. Se enamoró de Merope, una de las siete hermanas Pleyades (antiguos nombres de las esferas: atlas, coele, taygeta, electra, maya y merope); que le rechazó de plano. El orgulloso cazador, se sintió ofendido y maltrató a su amada; por lo que fue castigado por los dioses con la “ceguera”, que solo pudo curar exponiendo sus ojos a la luz radiante del amanecer. 
Recobradas sus facultades, se dedicó a lucha con cuanta bestia se cruzaba en su camino; así hizo con el conejo (lepus), toro (Taurus), siempre asistido por sus perros de confianza Can mayor y Can menor. Sin embargo, durante un enfrentamiento con el Escorpio (scorpius o diosa Diana) murió; tras lo cual los dioses se apiadaron de él y le dieron un lugar preferente en la bóveda celeste, rodeado tanto de sus animales de confianza como de aquellas bestias a las que combatió. A excepción de Scorpius, que mora en el lugar contrario del cielo; para evitar se muerto de nuevo, la constelación parece embarcada en una lucha con Taurus infinita (simbolizando el protector de la Pléyades o frecuencias cromáticas-armónicas en espiral ascendente.

NOTA: A pesar de las diversas especulaciones, la verdadera armonización reside; en ajustar la frecuencia de vibración de cada una de las 12 ó 7 referentes, en las correspondientes glándulas o vórtices en el cuerpo.
Esta leyenda griega, está claro tiene de trasfondo; un profundo significado, con los ciclos universales y la elevación de las frecuencias a nivel individual y planetario. Y por ello, Orión; lucha contra Tauro, que da inicio, a los ciclos universales de nuevo. Así mismo, se enamora de la constelación de Meriope de las Pléyades y su armonía universal. Se nos está mostrando esta maravilla celeste, el orden y estructura universal; en la que se basan todas nuestras culturas y pensamientos, pues no es lo que la mente piensa, sino por lo que puede pensar. Así somos capaces de humildarnos (no humillarnos), comprender y entender; que por mucho que creamos son nuestros pensamientos, en realidad simplemente fueron captados del universo, con menor o mayor acierto.
Despertamos la Consciencia del Sueño de Adán y Recordamos lo Olvidado al Nacer sobre el Elemental Adánico-Edénico (micro-macro o cuántico-cósmico), para de nuevo acercarnos a estos Tiempos Radiales en base a Pi y Espacios Fractales en base a Phi; mediante el Tránsito extra-inter-intra dimensional en el Descanso del Eterno centro psicogeométrico cromático-armónico desarrollando nuestro Merkabah y ampliando el único conocimiento gnosismatemático alfanumérico-simbólico a través de las enseñanzas de Metatrón al completar la iniciación.
Vídeo: Tránsito hacia el Centro de las Pléyades y Salto 4D
Descripción: Tránsito extrá-inter-intra dimensional desde la obscuridad astral 3D de la era piscis al acercarnos a Isis (Sirio) o Agujero Negro Finito, para adentrarnos  en el Agujero de Gusano Infinito camino medio del equilibrio de esta Era Acuario o velocidad de curvatura de la luz primigenia, hacia el Descanso del Centro psicogeométrico (cromático-armónico) y gnosismatemático (alfanumérico-simbólico) y hallar la luminosidad áurica 5D de la era capricornio al acercarnos a Osiris (Orión) o Agujero Blanco Eterno en el Horizonte de Sucesos. O convertirse en un agujero negro en la dimensión 3D (analógica), a través del propio corazón para traspasar el agujero de gusano y comprender; transmutar la psiquis-gnosis del agujero blanco hacia la 4D, trascendiendo la mente a la dimensión posterior 5D (digital).


Mayka Melquisedec
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